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Lo viejo muere, y lo nuevo sí pudo nacer

La cada vez más difundida cita de Antonio Gramsci tiene un nuevo descenlace: Lo nuevo al fin nace. Nace la política plebeya.

Escribimos estas líneas con lágrimas de alegría; lágrimas de que una forma de política nos da un poco de esperanza, pero por sobre todo, de que las ilusiones de un pueblo humilde y golpeado día tras día tiene frutos que ofrecer a su propia gente. Que las memorias del 18 de Octubre, muy lejos de ser instrumentalizadas como otros grupos, La lista del pueblo día a día las ha llevado en su cuerpo. y la gente la ha reconocido como tal. Desde el primer retiro del 10% entendimos que algo se había quebrado, que era la derecha, y que comenzaba a surgir una esperanza plebeya real.

También escribimos estas palabras con risa, porque nos reímos de quienes no han confiado en la política plebeya. Nos reímos de todos los analistas de Twitter, de la progresía despectiva de la gente plebeya, de una derecha tirana que nos infantiliza y de las encuestadoras que nisiquiera quisieron sondear a La lista del Pueblo, porque no querían darles visibilidad ni que fuese una alternativa viable.

Les queremos decir ¡Los plebeyos somos siempre la alternativa viable para nosotros mismos!¡Somos el pueblo y sólo en nosotros confiamos!

Lo hemos dicho en estas columnas, y lo hemos dicho en nuestro podcast: el eje izquierda-derecha está quebrado, no ayuda a comprender la gran parte del fenómeno. Es observar la política y el poder con categorías que día a día se van cayendo a pedazos, y es a la vez la esperanza popular del nacimiento de un nuevo clivaje, de ir contra la tiranía, el despotismo y el desprecio de los poderosos, del poder, y de todos sus cómplices en distintas partes del sistema.

Hoy la política Plebeya (Como la de Francisca Linconao, de Natividad Llanquileo y de La Lista del Pueblo) no viene a “oxigenar la política” como el centrismo ha intentado imponer en sus discursos mientras se ven derrotados. Hoy la política plebeya viene a barrer con el viejo mundo y sus lógicas, viene a convertirse en el sentido común de cómo hacer comunidad y ejercer poder, y sobre todo, viene a instalarse una nueva cultura de polítización y un ethos plebeyo.

El mundo plebeyo ha sabido derrotar a la vieja política y otros que se hacen pasar por nuevos. ¡No se confunda! ¡En los próximos días muchos grupos políticos y partidos querrán imponer su visión de estos resultados! Pero todo sabemos los grandes perdedores: Chile Vamos, la Concertación y también Pamela Jiles, quien levantaba el sentido común plebeyo, pero somos mucho más que ella.

Hemos roto las cadenas y podemos ver nuestro propio sendero.